Un cometa es un cuerpo celeste compuesto principalmente de hielo y polvo conocido por su característica cola luminosa que aparece cuando el cometa está cerca del Sol. Estos objetos del espacio tienen una estructura relativamente simple compuesta de la cabeza, núcleo, coma y cola. Una vez que el cometa comienza a acercarse al Sol, la radiación solar calienta el núcleo y le da una cierta energía. Esto permite que el gás y el polvo se escape desde el núcleo creando la coma, que es la parte visible del cometa. La radiación solar también calienta el gas y el polvo causando que el material se levante y se esparza en todas direcciones, formando la larga cola del cometa. Un cometa se describen como `niebla brillante` porque la exótica combinación de temperatura y ambiente en el que se mueven generan un gran brillo y brillo. Las comas pueden ser tan grandes como unos 8 mil kilómetros de ancho, y su cola puede alcanzar más de mil millones de kilómetros. Esto significa que, en promedio, un cometa se puede ver a más de 10 veces la distancia desde la Tierra a la Luna. Una de las características interesantes de los cometas es que con frecuencia pueden desviarse de su curso inicial al ser influenciados por la gravedad de otros objetos del espacio, como planetas y asteroides.
Un cometa se compone principalmente de materiales congelados, como agua, hielo de metano, hielo de carbono y otras moléculas volátiles. El núcleo se refiere al corazón del cometa, que contiene la mayoría de estos materiales congelados. Un cometa también contiene muchas partículas de minerales y metales, aunque estas son una parte mucho, mucho menor del material total en comparación con los materiales congelados. La cabeza es la capa visible que rodea el núcleo del cometa, que se refiere a todo el material compuesto por la actividad del núcleo.
Esto incluye la coma, la cola y los productos de desintegración del núcleo.
Los cometas evolucionan a lo largo de su vida cuando se acercan al Sol.
El núcleo se calienta lentamente cada vez que el cometa se acerca al Sol.
Esto hace que el hielo se tome más ligero y más gaseoso, lo que causa que los materiales comiencen a salir del núcleo. La combinación de la energía liberada por la descomposición del material congelado y la energía del Sol crea una intensa atracción gravitacional que desvían el cometa del curso inicial. Esta desviación, a veces conocida como `efecto de push` o `efecto de helión`, se debe a la fuerza de la atracción gravitacional de los planetas y los objetos cercanos del espacio.
Esta masiva columna de luz estelar cambió la percepción sobre el espacio y tuvo un gran impacto en la cultura y la cultura popular. Una vez descubierto en 1705 en Inglaterra, el cometa visita el sistema solar cada 75 a 76 años, con su última aparición en 1986. Durante el paso de la Tierra cerca del cometa, el cielo se llenó con un brillo histórico que fue visible para todo el planeta. Los científicos que estudian los cometas han intentado usar esta información para mejorar nuestro entendimiento de estos cuerpos celestes épicos, así como comprender cómo la materia interacciona con la radiación solar.
Este objeto celeste ofrece algunas de las mejores imágenes e información que entendemos sobre la materia y su interacción con el entorno espacial. Los cometas informan algunas de las preguntas más profundas sobre nuestro universo y su historia y, en última instancia, son una ventana hacia el espacio.