Un complemento directo es un elemento de una oración que recibe el verbo de la oración y que comunica un significado completo. Un complemento directo se puede formar con un verbo transitivo, que requiere que un objeto directo siga al verbo.
En ocasiones, estos objetos también se conocen como complementos directos.
Un complemento directo debe corresponder a una persona, un animal u una cosa a la que se refiere el verbo. Esto se explica mejor con un ejemplo, cuando uno escucha una oración como `Juan salió corriendo`, el complemento directo de la oración es `corriendo`.
En esta oración, el sujeto (Juan) realizó el verbo (salir) y corriendo.
Los complementos directos pueden ser sustantivos, pronombres, grupos nominales, infinitivos, participios presentes o verbos auxiliares.
Dentro de los sustantivos, los tipos más comunes de complementos directos son sustantivos simples, como en la frase `Juan leyó un libro`. Los sustantivos en forma de grupo nominal también pueden usarse como complementos directos, como en la frase `Juan leyó un satélite de noticias`. En ocasiones, el complemento directo puede ser un infinitivo, usado para indicar una acción específica, como en la frase `Juan intentó comprender`. Por ejemplo, en la frase `Juan puede comer algo`, el objeto directo es `algo` y el verbo auxiliar es `puede`. Todo lo que el sujeto de la oración hace a un objeto directo se refiere como un complemento directo. Los complementos directos pueden ser sustantivos, pronombres, grupos nominales, infinitivos, verbos auxiliares o participios presentes, pero siempre deben reflejar un objeto al que el sujeto de la oración está haciendo algo.
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