Un esguince es una lesión común que se produce al estirar o torcer de forma repentina una articulación. Usualmente, se produce debido a un movimiento brusco, como caerse, tropezar o realizar un movimiento inusual. Cuando una articulación se esguince, los ligamentos alrededor de la articulación se estiran y, en casos graves, pueden romperse.
Esta lesión generalmente se produce en tobillos, codos, muñecas y rodillas.
Los esguinces generalmente se clasifican en tres grados, dependiendo del grado de lesión.
El grado 1 es el menos grave de los tres, solo implica estiramiento leve de los ligamentos. Los síntomas más comunes son dolor, hinchazón y sensibilidad cerca de la articulación y dolor al moverla.
El grado 2 implica estiramiento considerable de los ligamentos.
Al mover la articulación afectada, el dolor se hace más intenso y la incapacidad para mover la articulación puede aumentar. El grado 3, el más grave, implica una rotura de los ligamentos y una fuerte pérdida de movimiento en la articulación. El reposo ayuda a aliviar el dolor y la hinchazón, mientras que el hielo ayuda a reducir la inflamación. La compresión proporciona apoyo estructural para la articulación y al mismo tiempo ayuda a reducir la hinchazón. La elevación ayuda a reducir el flujo de sangre y líquido al área lesionada para reducir la hinchazón. En algunos casos, el médico puede recetar un medicamento para el dolor, y en otros casos, se recomienda la fisioterapia para mejorar el rango de movimiento de la articulación. Si los medicamentos y la fisioterapia no alivian los síntomas, el médico puede recomendar una cirugía para reparar los ligamentos dañados. Calentar antes de una actividad ayuda a aumentar la elasticidad de los músculos y ligamentos, lo que reduce el riesgo de lesiones. Se recomienda a los pacientes con esguinces que sigan un programa de rehabilitación adecuado para recuperarse lo antes posible. El programa de rehabilitación debe incluir ejercicios específicos para estirar y fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada. Asimismo, el uso de calzado con soporte adecuado también puede ayudar a reducir el riesgo de lesión. Es importante que aquellas personas que han sido diagnosticadas con un esguince, sigan el tratamiento recomendado por el médico. Esto ayudará a prevenir que los síntomas empeoren y ayudará a reducir el tiempo de recuperación. En la mayoría de los casos, los esguinces se pueden curar completamente en un par de semanas con el tratamiento adecuado.