Un golondrino es una enfermedad infecciosa relativamente común que se caracteriza por la aparición de un movimiento periódico y doloroso en el abdomen. El término se deriva del latín golus o golum, que significa «latido» o «bajo», una referencia a la naturaleza ondulante de los movimientos abdominales típicamente vistos en los pacientes con esta condición.

Los médicos han descrito el golondrino como un «movimiento lento y uniforme, como un reloj de arena, y generalmente ocurre cada dos a cinco minutos, acompañado de dolor intenso». Existen varias causas subyacentes diferentes potenciales que pueden llevar a la presencia de golondrinos en los pacientes. La causa más común es una infección bacteriana causada por el organismo Salmonella typhi, que se conoce comúnmente como la fiebre tifoidea.

Los síntomas de la fiebre tifoidea incluyen fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarrea y escalofríos.

Esta infección puede propagarse a través de alimentos y agua contaminados con la bacteria.

Otra causa potencial es la ingestión de alimentos crudos, como carne o pescado contaminados, o bebidas contaminadas con sangre de cerdo.

Esto puede provocar una infección bacteriana conocida como infección por Campylobacter.

Los síntomas de la infección por Campylobacter incluyen diarrea, dolor abdominal, vómitos y, a veces fiebre. Esta afección puede ser causada por el desarrollo anormal de la estructura muscular del tubo digestivo, cáncer, cicatrización después de una cirugía quirúrgica, sensibilización alérgica o variaciones del tamaño de los órganos abdominales.

La inflamación de los órganos viscerales, como el hígado, el bazo o los intestinos, también puede causar golondrinos. El embarazo también se ha relacionado con el desarrollo de golondrinos, aunque el mecanismo exacto de esta asociación no se comprende completamente. En la mayoría de los casos, el tratamiento apropiado para los golondrinos se centra en el tratamiento de la causa subyacente específica para la enfermedad. Por ejemplo, un régimen de antibióticos específico para la fiebre tifoidea se recetará para tratar la bacteria Salmonella typhi, mientras que una cirugía es generalmente necesaria para corregir las anomalías estructurales del sistema digestivo.

El tratamiento con medicamentos contra el dolor también puede ser necesario para aliviar el dolor asociado con los golondrinos. Es importante comprender que, con el tiempo, los síntomas generalmente desaparecen sin tratamiento adicional una vez que obtenemos el diagnóstico correcto y tratamos adecuadamente la enfermedad subyacente. Además, los golondrinos nunca son una causa de preocupación inmediata para la vida, a menos que estén relacionados con una condición médica, como el cáncer, que necesita un tratamiento inmediato.