Un lobby, o grupo de presión, es una organización o individuo que inclina la opinión pública o ejerce presión política para conseguir un resultado deseado de una entidad gubernamental o legislativa.
Estas entidades se proponen tanto influir en el contenido de la política como en el proceso político. Los lobbies se encuentran comúnmente en los países occidentales, especialmente en los Estados Unidos de América. Los lobbies intentan influir en la toma de decisiones de los gobiernos locales, estatales y federales, así como en la obtención de fondos a través de mecanismos suplementarios. En los Estados Unidos, los lobbies se dividen en tres categorías principales: empresariales, de intereses especiales y de organizaciones de base. Las entidades empresariales son un grupo de presión corporativo, que influyen en la formulación de la política y el proceso legislativo.
Este grupo incluye compañías, asociaciones profesionales, grupos empresariales, sindicatos, fundaciones benéficas, compañías comerciales y otros.
Estas entidades utilizan los medios de comunicación y la publicidad para influir en los medios de gobierno para conseguir sus objetivos. Otra táctica utilizada es contribuir a los partidos políticos y donar a las campañas para hacerse notar. Los grupos de intereses especiales son una forma de loby con el fin de promover una actitud hacia un tema prevalente en un área geográfica específica.
Estas entidades son representadas por personas que comparten experiencias, opiniones y deseos similares.
Estas incluyen minorías étnicas, grupos de libertad religiosa, grupos ambientales y aquellos que se oponen a la discriminación.
Estos grupos trabajan para influir en la dirección en la que la legislación se desarrolla.
Las organizaciones de base se componen de personas consideradas comunes, y su objetivo es influenciar la dirección de políticas específicas y la formulación de leyes. Estos tipos de lobbies se componen de grupos intermedios, como las asociaciones de pequeños empresarios, grupos no lucrativos, sindicatos y grupos de consumidores. Algunas de estas entidades tienen financiación y recursos de una institución financiera para actuar como un lobby corporativo. Los lobbies son una parte importante de la democracia y juegan un papel importante en el proceso de toma de decisiones políticas. Estos grupos ayudan a influir en las directrices políticas, así como a conservar la responsabilidad de la implementación de la política pública. Esto asegura que los intereses de todos los grupos estén representados en el gobierno, lo que asegura una interacción entre el gobierno y la sociedad civil. En general, los lobbies son una parte importante de una democracia funcional porque ayudan a asegurar que los intereses de los ciudadanos sean protegidos y respetados.