Un quiste es una lesión benigna que se desarrolla en el tejido blando de cualquier parte del cuerpo. Estas masas anormalmente llenas de líquido pueden ser del tamaño de un grano de arena, el tamaño de un dedo o crecer considerablemente.
Algunos están relacionados con el cáncer y deben ser examinados cuidadosamente por un profesional de salud. Los quistes son una condición común que se presenta en todas las edades, desde el período de recién nacidos hasta la ancianidad. Estos desarrollos anormales son relativamente comunes y se encuentran principalmente en forma de cistos en la piel.
Los quistes tienen muchas características que pueden permitir que un profesional de salud determine la naturaleza de la lesión.
Estas lesiones benignas a menudo contienen mucina, una sustancia espesa producida por las células del revestimiento de los tejidos. Los quistes pueden coincidir con el tejido circundante, pero también pueden ser situados en bultos bajo la superficie de la piel. Existen mucho tipos de quistes, los más comunes son los quistes ováricos, los quistes tiroglosos, los quistes sebáceos y los quistes de Baker. Sin embargo, los quistes ováricos grandes pueden ser dolorosos y causar síntomas como dolor abdominal o sangrado vaginal. Los quistes tiroglosos son sacos llenos de líquido que se pueden desarrollar en la glándula tiroides y se pueden detectar durante una revisión física. Los quistes tiroglosos son inofensivos y no requieren tratamiento, a menos que sean extremadamente grandes o causen molestias. Los quistes sebáceos se encuentran comúnmente en la cara, el cuero cabelludo, el tronco y el cuero cabelludo. Estos quistes llenos de grasa generalmente no requieren tratamiento, pero si son grandes o hay signos de infección, es importante que sean sometidos a tratamiento médico. Estos se pueden detectar durante un examen físico y pueden interferir con los movimientos de la rodilla. Los quistes también pueden ser causados por un deterioro en el líquido sinovial, el líquido mielinoide o una acumulación de células muertas. Estos líquidos son esenciales para el buen funcionamiento normal de los tejidos, por lo tanto es importante identificar y tratar los quistes para prevenir la acumulación de líquido. Para determinar el origen y el tratamiento correcto de un quiste, es importante que un profesional de salud examine cuidadosamente la masa. Muchos quistes no requerirán tratamiento médico, pero si un quiste es grande, doloroso o está relacionado con el cáncer, se debe considerar tratamiento médico. El tratamiento puede incluir aspiración (calentamiento cuando el quiste contiene un líquido) o cirugía para extraer el quiste o parte del tejido afectado. Es importante que los quistes sean cuidadosamente examinados por un profesional de salud para determinar su origen. Si tiene un quiste o sospecha que tiene una condición relacionada con los quistes, es importante que consulte a un profesional de salud para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado.
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