Una catenaria de metro se refiere a un sistema que proporciona la energía eléctrica necesaria para hacer funcionar los trenes de metro. Aunque la mayoría de la gente puede no darse cuenta, la catenaria es una parte esencial de la infraestructura de la red de metro, sin la cual no sería posible moverse de un punto a otro.

El término `catenaria` proviene de la forma que toma este sistema.

En términos matemáticos, una catenaria describe la curva que un cable suspendido adopta bajo su propio peso cuando está sostenido en sus extremos. En este caso, los cables de alimentación están suspendidos de este modo a lo largo de la vía del metro, formando una línea continua que suministra la energía necesaria para los trenes.

Las catenarias en el metro cumplen una función esencial: proporcionar una línea suave y estable para la transmisión de energía eléctrica a los trenes que viajan por debajo de ellas.

Este sistema consiste en varios componentes.

El primero, y el más aparente, es el cable de contacto, que es el cable suspendido del que cuelga la catenaria. Este se conecta a través de un pantógrafo a la red eléctrica del vehículo, permitiendo que la energía fluya desde la catenaria hasta el tren. Adicionalmente, existen otros cables, soportes y aislantes que ayudan a mantener la catenaria en su lugar y a optimizar su funcionamiento. El sistema de catenarias es especialmente importante en las redes de metro debido a los altos niveles de energía que necesitan manejar.

Los trenes de metro suelen ser pesados y requieren grandes cantidades de energía para funcionar.

A diferencia de los vehículos de carretera, que pueden ser alimentados con baterías o combustible, los trenes de metro necesitan una fuente constante de energía que solo puede ser proporcionada por una catenaria.

Esto incluye garantizar que las tensiones y alturas de los cables sean correctas, y que la ubicación de los postes y soportes esté optimizada para permitir que el tren se mueva sin interrupciones.

De igual manera, regularmente se llevan a cabo inspecciones y mantenimientos para asegurarse de que todo el sistema esté en buen estado de funcionamiento. Por ejemplo, se debe garantizar que la catenaria se mantenga a una altura constante sobre la vía del tren, a pesar de cualquier obstáculo que pueda haber por encima, como túneles o puentes.

Además, el sistema debe ser resistente a todo tipo de clima, desde el calor extremo hasta el frío helado, pasando por fuertes vientos y lluvias torrenciales. Actualmente, muchas ciudades están ampliando sus redes de metro y están actualizando su infraestructura de catenarias. Por ejemplo, ahora hay sistemas que pueden ajustar automáticamente la tensión de los cables según las condiciones climáticas y de funcionamiento del tren. Aunque a menudo queda oculta a la vista del público, la importancia de un sistema de catenarias bien diseñado y mantenido no puede ser subestimada.