La familia monoparental es una forma de familia en la que un solo padre o una madre crian y mantienen a sus hijos o hijas sin el apoyo del otro progenitor.

Esta situación se produce normalmente cuando el matrimonio se disuelve y uno de los cónyuges asume la responsabilidad de criar al menor sin asistencia de su ex cónyuge. Las familias monoparentales se encuentran más comúnmente entre las poblaciones de bajos ingresos, aunque también afectan a muchas personas de todos los estratos socioeconómicos. Los problemas que enfrentan las familias monoparentales pueden ser muy variados y profundos, empezando por la falta de ingresos suficientes para sostener un hogar y asegurar la supervivencia de sus miembros.

Pero, además de las preocupaciones financieras, las familias monoparentales también pueden enfrentar problemas sociales, educativos y psicológicos.

Los ingresos son uno de los mayores problemas para las familias monoparentales.

Muchos padres o madres solteros están en situación de desempleo, lo que significa que tienen que vivir con el seguro familiar, planes de asistencia alimentaria, subsidios de vivienda o de otra naturaleza.

Esto significa que los miembros de la familia tienen que recurrir a los recursos del gobierno para poder sobrevivir, y esta dependencia puede llevar a inconvenientes sociales y emocionales. Además de la situación financiera, los niños y niñas que crecen en familias monoparentales normalmente tienen que enfrentar desafíos fundamentales en la vida, tales como la falta de una misma experiencia de crecimiento, falta de límites y disciplina, y la necesidad de buscar el apoyo de personas que no sean de su familia.

Esto se debe a que la base de los vínculos típicamente se refleja entre los padres, mientras que en una familia monoparental los hijos o hijas sólo tienen una figura parental a la que se apegar.

Además, las familias monoparentales también se enfrentan a problemas emocionales, pues el hecho de que exista una figura de autoridad única puede producir sentimientos de soledad y aislamiento entre los miembros de la familia.

Estos sentimientos de soledad pueden ser agravados si la figura familiar no es recibida con respeto por parte del resto de los miembros de la comunidad.

Esto puede llevar a la exclusión social.

Las preocupaciones educativas son otro problema importante en las familias monoparentales.

Esto se debe a que uno de los padres, comúnmente la madre, se enfrenta a la responsabilidad de trabajar y cuidar de los niños y niñas, lo que no les deja suficiente tiempo para suplir otra tarea que suele recaer en el otro progenitor, como apoyar la educación de los hijos o hijas.

Esto puede significar una asignatura pendiente en formación académica, dificultades con el lenguaje y el desarrollo personal, y una inadecuada preparación para la vida universitaria. Por todas estas razones, es de suma importancia contar con programas destinados a ayudar a la familia monoparental. Estos programas incluyen reducción de los gastos de vivienda, ayuda monetaria, consejería legal, alojamiento para adultos, asistencia en los cuidados de los hijos y educación financiera. Estos programas están diseñados para ayudar a los padres y madres solteros a superar muchos de los desafíos que enfrentan. Las familias monoparentales son una realidad de la sociedad moderna y es importante que se les preste el debido respeto y apoyo. A través de la implementación de programas de ayuda específicos y el aumento de la conciencia entre los miembros de la comunidad acerca de los desafíos específicos que enfrentan estas familias podemos ayudar a mejorar la situación de estas familias.

Esto a su vez puede contribuir directamente a la educación, el desarrollo y la supervivencia de los hijos y de la familia.