Una interfaz es un componente físico o lógico de un sistema informático, que sirve para conectar dos o más componentes entre sí para que interactúen correctamente. En las computadoras, las interfaces permiten a los usuarios ingresar información y obtener resultados de manera organizada y predecible. La mayoría de las interfaces son guiadas, o interactuables, mediante una combinación de gráficos, iconos, menús, botones y cajas de texto. Los conceptos básicos detrás de la informática y el diseño de la interfaz son relativamente simples, a veces careciendo de complejidad, pero las prácticas avanzadas en el diseño de interfaces pueden ser sumamente complejas.
Históricamente, los diseñadores de interfaces han enfocado sus esfuerzos hacia la creación de una experiencia de usuario amigable para el usuario. Esto implica diseñar una interfaz de usuario intuitiva, con elementos estéticamente atractivos y funcionales, para ayudar al usuario a tener éxito en la realización de sus actividades. El objetivo de una interfaz intuitiva es permitir la interacción más fluida y natural entre usuarios y sistemas operativos, a menudo implementando herramientas visuales y mecanismos de control para facilitar el proceso.
El diseño exitoso de una interface es una tarea desafiante que requiere habilidades y conocimientos técnicos en la implementación de teorías y metodologías de diseño de interfaz de usuario para optimizar el tiempo de aprendizaje de los usuarios y el ahorro de recursos y esfuerzo en el uso futuro del sistema.
Las interfaces se dividen en varios tipos principales, dependiendo de su función en el sistema.
La interfaz humana-computadora (IHC) trata de sistematizar el acceso de los usuarios al hardware y al software. Estas interfaces permiten que los usuarios interactúen con otros usuarios, en red informática, y con elementos como gráficos, texto, audio y video.
La interfaz de red específica para la comunicación de datos entre equipos.
Estas interfaces proporcionan la capacidad de conectar dispositivos de entrada y salida a un sistema y programar las interacciones entre estos y otros componentes. Finalmente, interface de programación de aplicaciones (APIs) permiten a los desarrolladores crear aplicaciones, aprovechando funciones pre-programadas que se encuentran dentro de otras aplicaciones. Esto reduce la cantidad de trabajo necesario para escribir código de cada programa e incluye una gran cantidad de funcionalidad predeterminada, lo que se hace disponible para el uso dentro del sistema.
Las interfaces modernas normalmente utilizan tecnologías y estándares emergentes y desafían los patrones y formatos estándar para proporcionar innovación y mayor satisfacción a los usuarios. Esto suele resultar en interfaces de usuario con una interfaz amigable, funcionalidad de línea de comandos, interfaces basadas en lenguaje de programación, dispositivos webs, gráficos y navegadores web, y aplicaciones móviles.
Además, los diseñadores también hacen uso de tecnologías emergentes como realidad aumentada, inteligencia artificial, procesamiento de lenguaje natural, sensores y gestos, para ofrecer a los usuarios una experiencia interactiva. En definitiva, una interfaz es un componente de un sistema informático que ayuda a conectar diferentes componentes y a proporcionar una experiencia interactiva para los usuarios. Los diseñadores de interfaces tienen la responsabilidad de diseñar interfaces intuitivas y humanas, con elementos de apoyo estéticamente atractivos y funcionales, y utilizar tecnologías emergentes y estándares para satisfacer las regulaciones y requisitos del usuario.
Si se hace bien, una interfaz puede convertirse en un facilitador para la productividad y el éxito.