Una mutua es una entidad financiera sin ánimo de lucro creada para ofrecer una protección económica a aquellas personas socias o afiliadas. Estas entidades se caracterizan por ofrecer servicios financieros específicos, tales como el seguro de salud y medicamentos, la seguridad social, seguros de vida, prestaciones pensionarias, así como el ahorro a largo plazo y gestión de activos.
La mayoría de las mutuas no cobran comisiones por sus servicios; son financiadas por aportes y cuotas de los socios y afiliados y no están sujetas a los efectos de la demanda.
La historia de las mutuas se remonta a la segunda mitad del siglo 19, cuando estas comenzaron a formarse para la necesidad de los trabajadores de tener un seguro de salud, medicinas y pensiones.
En aquellos tiempos, los trabajadores no estaban cubiertos por el seguro de salud del gobierno y necesitaban un seguro adicional. Desde entonces, la mutualidad se ha convertido en una importante fuente de cobertura financiera para los trabajadores y sus familias. Esto se ha hecho más obvio debido al aumento en los recientes años de los gastos en atención médica y salud, y preocupaciones sobre el acceso a seguros de calidad e instituciones bien financiadas.
Las mutuas están en su mayoría controladas por sus propias directivas, distintas a las normas aplicables a la banca comercial. Esto significa que no necesitan reportar a la Autoridad de Supervisión Financiera (o a cualquier otra autoridad gubernamental).
Además, no están sujetas a las duras regulaciones financieras de los bancos tradicionales.
Esto significa que las tarifas y tarifas que cobran por sus servicios podrían ser inferiores, al igual que la cantidad de inversión en actividades de riesgo que pueden realizar. Una de las principales ventajas de ser un socio de una mutua es que cuentas con una amplia gama de servicios de seguros y ahorro. Esto significa que obtienes un seguro médico completo y medicamentos sin tener que contratar un nuevo seguro de salud, ahorrar para el futuro y acceder a beneficios pensionarios.
Esto significa que puedas abarcar todos tus intereses financieros en una sola entidad.
En consecuencia, una de las principales desventajas de una mutua es que no tienes muchas posibilidades de inversión. Como entidades sin ánimo de lucro, no tienen mucho margen para participar en inversiones de capital. Sin embargo, algunas mutuas ofrecen algunos productos básicos de inversión, como cuentas de jubilación, fondos de ahorro y otros productos controlados por la ley. En conclusión, las mutuas son un importante mediador financiero para los trabajadores, las familias y aquellos con menos recursos.
Ofrecen seguros de calidad, económicos y, sobretodo, seguros sin la intromisión del Estado.
Estas características únicas significan que las mutuas son una excelente opción a considerar para quienes buscan obtener los beneficios de la inversión y la protección financiera.