Una secta es un pequeño grupo o movimiento religioso que se separa de la religión establecida y adhiere a un conjunto estricto de creencias o prácticas religiosas peculiares y distintivas.
Estas creencias pueden variar desde doctrinas religiosas conservadoras hasta ideas nuevas y periféricas.
Aunque el término se ha usado históricamente para describir principalmente a los grupos cristianos, también puede referirse a los grupos religiosos de otras tradiciones, como el budismo, el islam o el hinduismo.
Además, no todas las sectas son necesariamente religiosas.
Por ejemplo, algunos grupos sociales, como grandes grupos políticos, pueden tener una estructura organizacional que se asemeja a la de una secta. La característica común a todas las sectas es que, en su interior, hay una estrecha promoción de la cohesión social. Esto se logra a través de la promoción rígida de una determinada moral, la adopción de ciertos mandamientos o leyes y la limitación severa de los hábitos y la conducta apropiados.
El aislamiento relativo es una parte integral de una secta, ya que el grupo se esfuerza por mantener una identidad visual y espiritual separada de la cultura dominante a través de sus creencias, prácticas y, a veces, la arquitectura religiosa.
En relación con la cultura dominante, todas las sectas son profundamente críticas de la sociedad en cuestión, aunque no sin ciertas ambigüedades y matices. Por ejemplo, aunque un grupo puede criticar los cambios o la decadencia en la moral general de la sociedad, no es necesariamente partidario de las políticas de reforma o cambio social extensivo que se consideran necesarias para acabar con estos problemas.
Es importante destacar que la mayoría de administrar estamentos relacionados con la religión y la moral consideran muy severamente a las sectas. Esto es debido a que la monotonía y el rigor de las enseñanzas de una secta se considera peligrosa para la unidad de la comunidad religiosa y el desarrollo espiritual armonioso de sus integrantes.
Esto se debe a que el desarrollo integral armonioso de la personalidad se considera vital para poder establecer verdadera relación con el Absoluto, a través de la fe, el conocimiento espiritual profundo y el amor a los otros.
A pesar de lo anterior, no todas las sectas son nocivas.
En contraste con las sectas religiosas más malévolas que se abocan a manipular y controlar a sus seguidores. Las sectas malevolente incluyen las que fomentos objetivos políticos invasores, económicos o sociales, según sea el caso, que los detractores consideran abusivos o coercitivos. Estas sectas pueden utilizar la manipulación psicológica, el aislamiento y las amenazas para controlar a sus seguidores, para lograr sus fines a la vez que los alarmar a ellos. Muchos son movimientos religiosos -generalmente de carácter conservador o avanzado– que ofrecen a los individuos una forma diferente de vivir según sus creencias y valores morales particulares. En el final, considerar si una secta es beneficiosa o no depende de lo que los líderes de la misma promueven y de cómo afecta eso a sus seguidores.