La vigorexia es un trastorno de la conducta que se caracteriza por el afán compulsivo de mejorar el cuerpo y la musculatura a través del ejercicio físico y del uso excesivo de suplementos de ejercicios.
La vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno de la conducta en el que el deseo de la persona es conseguir una estructura musculosa mayor, la mayoría de veces fuera de la proporcionalidad con el peso corporal general.
Es un trastorno complejo que atañe especialmente a los hombres, aunque cada vez más mujeres se ven afectadas por él. Esto es a causa de una imagen de `ideal de belleza` que presentan los medios sociales y de publicidad, en la que se premia un cuerpo `atlético` por encima de lo esbelto.
En el caso del hombre, la vigorexia generalmente se relaciona con un deseo de desarrollar masa muscular en una proporción aún mayor que lo que la genética y el entrenamiento le permiten.
Durante este proceso, el sujeto se vuelve obsesivo en el pensamiento de conseguir una apariencia musculosa ideal y se incomoda y siente frustrado en cuanto no logra alcanzar los estándares establecidos por sí mismo.
Los síntomas más importantes de la vigorexia suelen ser el ejercitarse constantemente y en exceso al punto de lesionarse. También hay un consumo excesivo de suplementos deportivos, incluyendo los de testosterona y esteroides, aunque esto último no sea necesario. Normalmente, los vigorexicos tienen un patrón alimenticio muy restrictivo, al punto de llegar a limitarse alimentos como las frutas, vegetales y fibras, a los cuales consideran poco calóricos y así mantener con mayor facilidad la delgadez del cuerpo.
La preocupación extrema por la delgadez como medio para tener un mejor aspecto físico también está vinculada a la vigorexia. Muchas veces los aficionados al culturismo se miden de forma reiterada con la intención de comprobar los resultados de su trabajo y su look en particular. Los primeros signos que indican la presencia de vigorexia son los comentarios y el interés en exceso por el desarrollo muscular, aunque muchas veces esto no se note a simple vista.
Del mismo modo, en algunos casos los afectados presentan cambios en la personalidad como consecuencia del aumento de la testosterona causado por los esteroides anabólicos que toma. Estos afectados pueden tener repentinos cambios de humor y comportamiento agresivo, lo cual debe ser considerado como una señal de alarma para el tratamiento de la vigorexia. Finalmente, esta dolencia también puede ser acompañada por sentimientos de vulnerabilidad, soledad, ansiedad, culpa y frustración. Estas emociones pueden llegar a tener un fuerte impacto en la vida personal y profesional del afectado y hasta llevarlo a actividades poco recomendables como el abuso de sustancias o el aislamiento.
Para concluir, la vigorexia es un trastorno de la conducta caracterizado por el afán compul-sivo de mejorar el cuerpo físico a través del ejercicio físico y del consumo excesivo de suplementos deportivos.
Sin embargo, también se asocian al trastorno otros signos emocionales como sentimientos de vulnerabilidad, culpabilidad o frustración. Por esta razón, es importante comprometerse con el tratamiento para evitar el empeoramiento de los síntomas y el deterioro de la salud y el bienestar del enfermo.
En el mundo laboral, el término `fichar` se refiere al acto de registrar la hora…
La afonía es una condición involucrada con la pérdida de la capacidad de hablar con…
La fiebre es una respuesta normal del cuerpo a una infección o enfermedad. Aunque puede…
Dejar el alcohol puede ser un desafío, especialmente si eres física o psicológicamente dependiente de…
Netflix es una de las plataformas de streaming más populares a nivel mundial que ofrece…
Bailar salsa es una manera fenomenal de expresarse, moverse al ritmo de la música y…