El salafismo es una corriente islámica conservadora que se enfoca en imitar el modo de vida de los predecesores de los tiempos de la profecía, los compañeros del profeta Mahoma y los tres primeros generaciones de musulmanes, conocidas como los Salaf (literally “predecesores”).
Se originó en la década de 1870, en lo que ahora es Arabia Saudita, como un movimiento reformista en busca de resurgir la práctica islámica original, aunque desde entonces ha adquirido diversas formas y se encuentra en muchos otros países de habla árabe, así como en el occidente musulmán.
Los salafistas creen que el islam de los sahaba (companeros del profeta Mahoma) es la clave para evitar la corrupción y la desviación del verdadero camino islámico.
Por esta razón, se esfuerzan por imitar su forma de vida.
Esto significa que evitan todo lo que no estaba disponible en aquel entonces, tales como la televisión, el internet o productos refinados. La base de su creencia es que aquellos que imitan el comportamiento de los predecesores están siguiendo una forma más pura y original del islam que aquellos que no lo hacen.
Los salafistas son más conservadores y duros que los musulmanes “normales” y prefieren el aspecto práctico frente a la erudición islámica, la cual utilizan si es necesario para respaldar sus ideas.
Prácticamente, los salafistas rechazan cualquier cosa que no estuviera presente durante la época del profeta Mahoma, como la ciencia moderna, el humanismo, la literatura, tanto clásica como moderna, y el arte moderno.
Los salafistas tienen tendencias extremas y militantes.
Los movimientos salafistas más populares incluyen el wahhabismo saudí, el salafismo jihadista, el salafismo jihadi-salafismo y el salafismo quietista. Los Salafistas wahhabitas son los más moderados de todos los salafistas, buscando la pureza y poniendo énfasis en la educación y el respeto a la ley islámica. El salafismo jihadista en cambio es un movimiento más radical que se define por el uso de la fuerza para lograr sus objetivos. Se basa en la práctica musulmana original llamada qital, involucrando la lucha armada para lograr el sentido de la justicia. Los salafistas jihadi-salafistas están comprometidos con prácticas más violentas, tales como el terrorismo, la guerra de guerrillas y la insurgencia.
finalmente, los salafistas quietistas son más conservadores y centrado en los estudios y la oración.
A pesar de los retos de seguridad que enfrenta el mundo moderno, el salafismo sigue siendo un movimiento popular y dinámico en muchas áreas, sobre todo en Oriente Medio y el norte de África.
El salafismo también está ganando terreno en el occidente musulmán, lo cual es motivo de preocupación para muchos. El aumento de los salafistas pone una presión a las organizaciones moderadas musulmanas y las fuerzas de seguridad, así como a la cultura occidental. Aunque el salafismo presenta retos a la estabilidad mundial, también ofrece muchos destellos de esperanza para el futuro. Si se comprende completamente el alcance y profundidad del salafismo moderado, el Islam moderno puede usar este modelo para restaurar la confianza y la fe hacia el islam. Esto se puede lograr asegurando que la legalidad islámica se mantenga a través de leyes responsables y transparentes que promuevan justicia y libertad. La adopción de esta postura puede ayudar a reconciliar el salafismo con sus vecinos occidentales y restaurar el equilibrio perdido entre el estado y la sociedad.