Un absceso es una acumulación de pus en una área del cuerpo que se desarrolla debido a una infección bacteriana. Los abscesos generalmente forman entre la piel y los tejidos más profundos, como los músculos o los huesos. La infección puede provocar una amplia gama de enfermedades, como la celulitis, una inflamación del tejido celular subcutáneo, y un absceso pilonidal, una acumulación de pus en la región inguinal. Si se formara un absceso en su cuerpo, debería acudir de inmediato a su médico o al hospital para que se trate. Si el absceso está en fase inicial, es posible drenarlo con unos pocos cuidados médicos en casa. La primera cosa que debe recordar antes de intentar tratar un absceso en su propia casa es que la higiene es esencial. Antes, durante y después del proceso de drenaje, debe asegurarse de lavarse bien las manos con un buen desinfectante, como el gel antibacterial o el jabón para desinfectar su piel. Además, el área infectada debe desinfectarse con un desinfectante suave para reducir el riesgo de infección. Una vez que esté listo para comenzar, es importante preparar la herida antes de comenzar a drenarla. Primero, aplique una compresa caliente a la zona afectada para reducir la inflamación y provocar que el absceso se abra para facilitar el drenaje. Una vez que la compresa se haya enfriado, use una aplicación suave para presionar suavemente el absceso para forzar el líquido a salir.
Si sigue presionando de manera responsable, debería poder drenar completamente el absceso.
A continuación, debe asegurarse de limpiar la área alrededor del absceso.
Utilice una solución salina y una gasa estéril para limpiar la área y reducir el riesgo de infeccióndado que las bacterias pueden propagarse desde el absceso a otras zonas de su cuerpo.
Se recomienda una limpieza más profunda una vez que el absceso haya sido drenado, ya que esto ayudará a prevenir una infección recurrente.
Una vez que el absceso haya sido drenado y limpiado, necesitará una cura diaria.
Use un vendaje estéril para cubrir la herida para evitar que los gérmenes entren en ella. Asegúrese de que el vendaje no sea demasiado apretado para evitar que impida que la herida se cure correctamente. También debe aplicarse una loción antibacteriana o una crema para prevenir la inflamación y contribuir a que la herida sane más rápido. No te olvides de revisar la herida regularmente para ver si el absceso se está curando correctamente. Si se produce alguna secreción nueva, significa que el absceso se ha infectado, así que debería acudir de inmediato a un profesional para que le atienda. Si la herida no se cura de manera adecuada, podría necesitar antibióticos para eliminar los gérmenes. En resumen, el drenaje de un absceso es un proceso relativamente sencillo en el que el absceso se presiona suavemente para forzar el líquido a salir. Sin embargo, es importante que respete los consejos anteriores para mantener una adecuada limpieza, prevenir la infección y ayudar a que la herida sane más rápido. Debe recordar que, aunque sea posible tratar un absceso en casa, siempre debería acudir a un profesional médico si la infección empeora o no desaparece.