Las almendras garrapiñadas son un delicioso acompañamiento habitual en los bares españoles, pero también son un pequeño placer para llevar a casa. Estas almendras crujientes con un dulce toque se pueden usar en un sinfín de recetas para aportar un toque con un toque dulce y crujiente.
Estas almendras panificadas son muy fáciles de hacer.
Lo primero que debe hacer para preparar almendras garrapiñadas es mezclar una taza de almendras crudas, sin sal, con una cucharadita de vainilla y media taza de azúcar moreno oscuro. Agregue ¼ de taza de miel y 2 cucharaditas de aceite de oliva, mezclándolo bien para que quede una pasta homogénea. Coloque la mezcla en una lata pequeña, cubriéndola con una tapa y sellándola bien para que el aire no se escape. Coloque la lata en una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio y luego viértala en un contenedor con una rejilla para evitar que se derramen las almendras.
Coloque el contenedor cerca del horno, encendiéndolo a una temperatura baja (150 grados centígrados).
Debe cocinar la mezcla por 20-25 minutos, vigilando que no se queme y vierta los ingredientes cada 5 minutos.
Después de que estén doradas y crujientes, retire la bandeja del horno.
Ahora para terminar, agregue una cucharada de sal y mezcle adecuadamente para cubrir todas las almendras. Estas dulces y crujientes almendras son perfectas para acompañar postres, como helado, panqueques, tarta de queso, etc. Además de esta versión básica de almendras garrapiñadas, también puedes añadir ingredientes como canela, nuez moscada o cardamomo para variar el sabor. Asegúrate de seguir los pasos de preparación correctamente, y disfruta de estas almendras crujientes y alegres.