La válvula EGR (recirculación de gases de escape) es un componente importante en los motores de combustión interna de gasolina y diésel. Esta válvula controla la cantidad de gases de escape que se mezclan con los gases de combustión nuevos y entran en el motor. Esta recirculación contribuye a reducir la emisión de óxido de nitrógeno (NOX), pero también reduce la potencia del motor. La válvula EGR está expuesta al calor intenso del motor, la suciedad, lodos y otros contaminantes que pueden bloquearla y reducir su funcionalidad. Es importante limpiar regularmente la válvula EGR para que el rendimiento del motor no se vea afectado y para evitar posibles problemas a largo plazo.
Para limpiar la válvula EGR, necesitarás materiales básicos y herramientas comunes.
Esto incluye una manguera para el vacío, un par de pinzas, ácido hidroclórico y soldadura de plata para juntas de acero.
También necesitarás un vaso de líquido de enfriamiento para limpiar la válvula.
Lo primero que deberás hacer es localizar la válvula egr en el motor.
Una vez localizada la válvula EGR, deberás desconectar la línea de combustible y la línea de entrada para poder acceder a la válvula. Después, puedes hacer una prueba de succión usando la manguera de vacío para verificar el funcionamiento de la válvula. Si hay una respuesta lenta o ninguna respuesta, significa que la válvula está obstruida y debería ser limpiada. Para limpiar la válvula, coloca la manguera de vacío sobre la línea de escape y enciende el motor para extraer cualquier contaminante o lodo que se haya acumulado. Si hay señales de defectos o si hay alguna pieza de pistón atascada, asegúrate de reemplazarla antes de proceder. Después, usa una cruz de destornillador para quitar suavemente la cubierta de la válvula para exponer el interior. Para asegurarte de que no hay residuos dentro de la válvula EGR, báñala con una solución de agua, vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Esta solución puede ayudar a descomponer cualquier material extraño que se haya acumulado en la válvula. A continuación, deberás usar una soldadura de plata y ácido hidroclórico para limpiar las juntas de acero. Esto ayudará a asegurarse de que todos los residuos de calor o suciedad se eliminen por completo. Después de limpiar las juntas, súbrelas con la soldadura para asegurarte de que no hay fugas de aire. Una vez que hayas limpiado la válvula EGR, es importante que reinstales todas las tuercas y tornillos en su lugar.