Una persona con altas capacidades es aquella que posee un potencial intelectual excepcional y un alto grado de creatividad. Estas personas suelen ser capaces de aprender y comprender conceptos con mayor rapidez y profundidad que el resto de sus compañeros, estando cualificadas para asumir una perspectiva original, creativa e independiente sobre la realidad.

Estas personas poseen una alta inteligencia emocional, lo que les ayuda a entender complejos conceptos o situaciones a un nivel más profundo y a interrelacionarlos con una comprensión mayor de las consecuencias.

Estas personas suelen ser también más conscientes de sus propios sentimientos y los de su entorno. No siempre es fácil que una persona con altas capacidades sea detectada, aunque hay signos a los que debemos prestar atención que pueden indicar que se trate de este tipo de personas.

Normalmente, desde edades muy tempranas, estas personas se destacan por su curiosidad, su gran preguntar o por su impulso motivado por la necesidad de saber. Estas personas también poseen una inmensa energía; necesitan realizar numerosas tareas y experimentar una gran cantidad de cosas. Otra de las características típicas de estas personas son su interés y su afinidad por el detalle, así como su habilidad para memorizar con facilidad los hechos y conceptos. Estas personas también tienen excelentes habilidades para comunicación, ver con un amplio espectro de perspectivas, comprender y manejar ideas complejas.

Estas personas generalmente destacan en áreas como la tecnología, matemáticas, ciencia, idiomas o artes.

Esto no significa que el resto de personas no sean capaces de destacar, sino que quienes poseen altas capacidades simplemente destacan más. Un niño o un adulto con alto coeficiente intelectual, generalmente requiere una educación especialmente diseñada, que les ayude a desarrollarse y aprovechar al máximo todos sus dones. Esta formación especial les ofrece la posibilidad de realizar proyectos mayores de los que se esperarían de otros sujetos con mas años de edad. Una buena forma de aprovechar al máximo el potencial de una persona con altas capacidades es fomentar la exploración de sus habilidades y entender sus involucramientos emocionales. Desde pequeños, es importante animarles a explotar todas sus cualidades sin sentirse limitados por la edad. Estas personas significan una contribución importante a nuestra sociedad; como tales, deben ser apoyadas y motivadas. Es de gran importancia brindarles una guía adecuada al fomentar en ellas una cultura centrada en el interés y el compromiso. También es fundamental ayudarles a desarrollar nuevos hábitos para una mejor gestión del tiempo y la energía, así como aprender a relacionarse mejor con su entorno. Las personas con altas capacidades poseen un talento único que los ayuda a llegar más lejos de lo que los demás.

Esto simplemente requiere comprender sus necesidades específicas, escuchar sus ideas y alentarlas a seguir adelante.

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