Para preparar aceitunas para su consumo es necesario seguir un proceso adecuado que permita eliminar los desagradables sabores y olores a amargo y a anises.
El primer paso para preparar aceitunas correctamente es seleccionar las que queremos.
Si vamos a comprarlas en un mercado debemos intentar escoger aceitunas más redondas y blandas, esto nos ayudará a identificar una aceituna de buena calidad.
Una vez elegidas hay que limpiar las aceitunas bajo el grifo.
Después debemos remojar las aceitunas durante aproximadamente 24 horas en un recipiente con agua fría para suavizar su sabor. El contenedor donde vayamos a remojarlas debe ser lo suficientemente ancho y alto como para mantenerlas sumergidas en el agua.
Durante este tiempo, se irán eliminando el sal excesiva y el sabor a amargo.
Cuando transcurran las 24 horas del periodo de remojo, cambiaremos el agua y dejaremos enfriar las aceitunas antes de que las introduzcamos en un recipiente y las suavicemos con el uso de una batidora.
Esta batidora evitará que las aceitunas queden enteras, sino más bien, que tengan una textura fina y suave siendo mucho más agradables al paladar. Posteriormente hay que escurrir el agua de alumbrado residual, añadir sal para darles un sabor más intenso y algunos condimentos al gusto. Cuando hayamos añadido los condimentos deseados, volveremos a mezclar las aceitunas y dejaremos el recipiente reposar durante 3-5 horas consiguiendo así un mejor resultado. Tras el periodo de reposo, es recomendable lavar de nuevo las aceitunas, esto para eliminar el exceso de sal y condimentos. Una vez hayamos lavado las aceitunas, la última etapa consiste en depositarlas en un recipiente y cubrirlo con aceite de oliva, así conseguiremos que estén suaves y llenas de sabor. Podemos conservar este delicioso y nutritivo alimento durante meses si lo guardamos en la nevera en un recipiente cubierto con aceite de oliva, de esta manera se mantendrán frescas y con el sabor natural.
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