Las albóndigas son una tradicional y deliciosa comida que se puede disfrutar prácticamente con cualquier platillo. Ya sea que las prepares en salsa roja, en caldo, dentro de un sandwich o al estilo sueco, sus posibilidades son casi infinitas. Si bien hay innumerables recetas, hoy te enseñaremos cómo preparar las típicas albóndigas de carne de res. Hacer albóndigas no requiere de técnicas culinarias extraordinarias, pero si exige tiempo y paciencia para darles la sazón adecuada. Abordaremos cada paso de la receta con cuidado para que puedas obtener las mejores albóndigas posibles.
Primero, necesitaremos recopilar los ingredientes.
Para las albóndigas, necesitaremos 500 gramos de carne picada de res.
También podemos combinar con cerdo o cordero para darle un sabor diferente.
Necesitaremos una cebolla finamente picada, dos dientes de ajo machacados, 100 gramos de pan rallado, un huevo, sal y pimienta al gusto y un poco de perejil picado. Para la salsa, vamos a necesitar 400 gramos de tomate triturado, una zanahoria, un pimiento verde, un diente de ajo, un poco de sal, aceite y unas hebras de azafrán o una cucharadita de colorante.
En un tazón grande, colocaremos la carne picada, la cebolla, el ajo, el pan rallado, el huevo, la sal, la pimienta y el perejil. Tomaremos una porción de la mezcla y la moldearemos en una bola más o menos del tamaño de una pelota de golf. Añadimos el tomate triturado, la sal y el azafrán o colorante y dejamos que la salsa se cocine a fuego lento durante 20 minutos. Las colocaremos en la sartén y las moveremos con frecuencia para que se doren de manera uniforme. Aquí es muy importante no sobrecargar la sartén, así que es posible que debamos hacer esto en turnos. Una vez doradas, las colocaremos en un papel de cocina para que absorba el exceso de grasa. Las cocinaremos durante al menos 30 minutos para que puedan absorber todo el sabor de nuestra deliciosa salsa. En resumen, hacer albóndigas puede tomar tiempo, pero el resultado es una comida sabrosa y confortante que siempre agrada. No te desesperes si tus primeras albóndigas no son perfectas, la clave está en la paciencia y el amor que le pones a tus platillos.