El almidón es un componente clave de la mayoría de las dietas humanas, ya que se puede encontrar en una amplia variedad de alimentos. Desde plantas comestibles a muchos productos industriales, el almidón nos proporciona calorías, fibra alimentaria y muchos otros nutrientes.
El almidón es un polisacárido compuesto principalmente de unidades de glucosa.
Se sintetiza y almacena en células vegetales especializadas, tales como las llamadas “células de almidón” en los tallos y raíces de muchas plantas superiores, como ñames, patatas y maíz. El almidón de los alimentos se absorbe en el intestino delgado y se descompone en sus componentes de glucosa para uso y almacenamiento como grasa o glucógeno, dependiendo de la cantidad de energía en el cuerpo y de otros factores como el grado de actividad física.
Cuando se trata de almidón, los alimentos son clasificados como almidón completo o almidón parcial.
Los alimentos que son almidón completo contienen una buena cantidad de fibra y almidón, como los granos y las legumbres; los alimentos que son almidón parcial contienen menos fibra y menos almidón, aunque contienen una cantidad significativa de otras vitaminas, minerales y otros beneficios para la salud.
Los almidones tienen muchos usos en nuestra dieta, como:• Servir de combustible para el cuerpo.
• Servir como materiales de construcción para el tejido celular y como elementos dietéticos y cosméticos. El almidón también se usa ampliamente en la producción de productos industriales como caucho, adhesivos, papel y textiles. Hay varios tipos de almidones, dependiendo de la fuente del polisacárido y el método de preparación. Los almidones nativos son aquellos que se extraen de las plantas existentes, como el almidón de patata, de maíz y de arroz. Estos almidones contienen un alto contenido de glucosa, por lo que forman cristales cuando se calientan. Los almidones modificados son polisacáridos derivados de los nativos a los que se les ha añadido o eliminado algunos componentes. Estos almidones tienen propiedades diferentes, como mayor facilidad para espesar, retener la humedad y mezclarse con otros ingredientes. Estos almidones no existen naturalmente en las plantas y se usan comúnmente (aunque con moderación) para mejorar la consistencia y acabado de una amplia variedad de productos. Los almidones sintéticos también se usan para aumentar la elasticidad y la sensación táctil en prendas de vestir y para añadir tersura y suavidad a productos cosméticos. En resumen, el almidón es un alimento básico y un conjunto de componentes clave de la dieta. Está ampliamente presente en los productos alimenticios como alimento energético, pero también se usa para fines comerciales y industriales.