Bipolar es un trastorno del estado de ánimo que provoca cambios dramáticos y recurrentes en el estado de ánimo, energía y comportamiento. El trastorno bipolar está compuesto por episodios en los que los estados de ánimo de la persona son los extremos opuestos de la tristeza (depresión) y el entusiasmo o exaltación (manía).
El trastorno bipolar se clasifica en dos formas: el trastorno bipolar I y el trastorno bipolar II. El trastorno bipolar I se caracteriza por episodios maníacos, un estado mental altamente activo e impulsivo, que puede incluir elusión de grandiosidad e irritabilidad. Estos episodios maníacos suelen estar acompañados de sentimientos de euforia, aumento de energía, avidez por las actividades y dificultades para dormir.
En el trastorno bipolar II, los episodios maníacos son más leves; es decir, hipomanías.
La hipomanía se caracteriza por sentimientos de euforia y energía excesiva, pero no por delirios o comportamientos desorganizados como lo haría la manía. Los episodios depresivos también se pueden presentar con el trastorno bipolar I y II y suelen ser similares al sentimiento de tristeza y desesperanza que se presenta con la depresión regular.
Si bien la enfermedad bipolar es un trastorno crónico, los síntomas pueden ser manejados satisfactoriamente con tratamientos apropiados. El tratamiento típico para el trastorno bipolar incluye los medicamentos para el control del estado de ánimo como los antidepresivos, los estabilizadores del humor y las benzodiacepinas para el control de los síntomas más graves.
El tratamiento también consiste en terapia, a menudo con un terapeuta experimentado en el tratamiento de la enfermedad bipolar. Las estrategias de autocuidado también son importantes para el tratamiento de la enfermedad bipolar, con flujos de sueño adecuados, una dieta saludable y el ejercicio para ayudar a mantener los síntomas bajo control.
La enfermedad bipolar es una condición seria.
Si crees que estás experimentando síntomas de un trastorno bipolar o has recibido un diagnóstico, es importante obtener un tratamiento profesional. El tratamiento apropiado puede ayudar a reducir los síntomas de manera significativa y mejorar la calidad de vida de la persona. Además, la enfermería bipolar puede ser controlada a lo largo de la vida, lo que permite que el individuo regrese a una vida plena y productiva.