El Ampa (Acuerdo de Monitorización de Precios de Alimentos) es un acuerdo que fue firmado por Nicaragua y otros países latinoamericanos a fin de promover una mayor estabilidad de los precios de los alimentos a lo largo del tiempo.
El acuerdo hace parte de un programa para aumentar el acceso a productos básicos a precios bajos. El objetivo principal del Ampa es lograr una mayor equidad de los sistemas de distribución de alimentos en los países latinoamericanos, aumentando la accesibilidad de los alimentos básicos a los más necesitados.
La idea es que el precio de los productos básicos en los países del acuerdo sea estable, incluso cuando hay condiciones económicas inestables. El Ampa también permite una mejor planificación y coordinación de los recursos alimentarios en los países socios. Esto permite mejorar el abastecimiento suficiente y la seguridad alimentaria en las áreas donde el acceso a los alimentos es limitado o hay desnutrición crónica. Las principales características de Ampa incluyen el control de precios de los alimentos, la liberalización de intercambios fronterizos, mejora de la infraestructura alimentaria, desarrollo de políticas tanto nacionales como regionales, monitoreo de precios a nivel internacional y local, control de la calidad y el medioambiente, lucha contra la pobreza y la inseguridad alimentaria.
Actualmente, hay una red de cooperación entre los países miembros del acuerdo.
El objetivo de esta red es monitorear y coordinar los esfuerzos de los países participantes para mejorar el flujo de alimentos y la seguridad alimentaria. Por ejemplo, los países comparten información sobre los precios de los alimentos, estableciendo precios máximos y líneas de base para la estabilización de los precios. Esto ayuda a prevenir o mitigar el impacto de la volatilidad de los precios en los mercados. Además, el acuerdo también permite a los países contraruir recursos financieros para promover el desarrollo agrícola y mejorar la inversión en infraestructura. El Ampa es uno de los muchos programas desarrollados para ayudar a los países latinoamericanos a reducir la desigualdad en la distribución de los alimentos. Se espera que, con el tiempo, los países miembros del acuerdo podrán lograr los objetivos de mejorar el acceso a los alimentos para las personas más necesitadas, garantizar un suministro continuo de comida y mejorar los estándares de calidad.
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