El dimetilsulfóxido (DMSO) es una sustancia milagrosa que ha estado llamando la atención de la comunidad de salud tanto en el ámbito nacional como internacional durante más de una década. Esta rimera disolvente orgánico es una solución reconocida mundialmente como una herramienta para tratar una variedad de enfermedades, problemas de salud y condiciones. Aunque el DMSO se ha utilizado de forma clínica durante décadas como terapia aplicada para el tratamiento de enfermedades, todavía persisten algunos vacíos en cuanto a su uso se refiere, lo que hace que sea un tema muy debatido.
Esta substancia también se conoce como dimetilsulfato, dimetilsulfuro o dimetilol.
Las principales aplicaciones del DMSO son la glucosa y sus derivados, incluidos los productos farmacéuticos y los aditivos alimenticios. En los últimos años, el uso del DMSO se ha extendido significativamente y ha recibido críticas variadas; algunos de sus detractores argumentan que presenta riesgos para la salud humana. Otros argumentan que su seguridad ha sido ampliamente demostrada, y que los peligros relativos al uso de este compuesto se han exagerado. Debido al reciente aumento en su uso, el DMSO está provocando interés en muchos círculos científicos, clínicos y de salud, ya que hay muchos aspectos aún por descubrir. Esta sustancia ha sido estudiada y descrita en múltiples investigaciones científicas, en las cuales se demuestra que el DMSO es una solución viable para muchos trastornos y para mejorar la calidad de vida.
Se ha demostrado que el uso de DMSO brinda numerosos beneficios, entre ellos un efecto analgésico, antidiabético, antiviral, emoliente y antiséptico. También parece tener otras propiedades curativas, como la reducción del dolor articular y el alivio de los síntomas relacionados con algunas enfermedades autoinmunes, como el lupus, la artritis reumatoide y el síndrome del túnel carpiano.
El DMSO también se ha utilizado para tratar la inflamación, la eczema y otros problemas de la piel. Como el DMSO es una sustancia que se ha expandido ampliamente para el uso médico, existen muchas preocupaciones acerca de sus efectos potencialmente tóxicos, como la irritación gastrointestinal. Aun así, gran parte de la preocupación con respecto a sus riesgos se ha basado en los datos del pasado, no en la evidencia del presente.
Esta es la razón por la cual el debate sobre el uso del DMSO continúa.
Hasta ahora, los diversos estudios realizados han demostrado que el uso del DMSO es relativamente seguro para los seres humanos, siempre que se administre de la manera adecuada.
Esto incluye el uso de ropa protectora, como guantes y máscaras, al manipular la sustancia.
A pesar de sus posibles riesgos, los estudios también muestran que el DMSO proporciona excelentes resultados para el tratamiento del dolor y la inflamación en humanos. La investigación, los estudios clínicos y la práctica clínica demuestran, de forma constante, que el DMSO es y seguirá siendo una de las pocas verdades milagrosas en medicina. Si bien el uso del DMSO debe hacerse con precaución, se cree que es una solución segura, eficaz y rentable para la mayoría de las afecciones relacionadas con la salud, especialmente en aquellas donde los tratamientos convencionales son ineficaces o ineficaces.
Y aunque esta substancia sigue generando controversias, la investigación científica presentada hasta ahora respalda su uso para tratar muchos trastornos.