La luz es una forma de energía que nos permite ver el mundo que nos rodea. Es una de las cosas más comunes en la vida cotidiana, pero a veces no le damos el reconocimiento que merece.
Si bien la luz es fácilmente observable, su comportamiento resulta sorprendentemente complejo.
La comprensión de su naturaleza se ha convertido en uno de los más importantes campos de la física moderna. La luz es una radiación electromagnética, más específicamente un campo eléctrico que se propaga en el espacio. Nuestro universo está lleno de este tipo de ondas, que siempre se propagan en línea recta a velocidades superiores a la del sonido. Cuando alguna de estas ondas llegan a una superficie, se refleja, refracta, difracta o absorbe, dependiendo de la naturaleza de su destino.
Un objeto que refleje la luz recibida, se lo conoce como una fuente de luz.
En cuanto a la estructura, se puede decir que la luz está hecha de pequeñas partículas llamadas fotones. Estos fotones, una vez emitidos, viajan a través del espacio y cuando encuentran un objeto, interaccionan con él.
Esta interacción podría ser una absorción, una reflexión o una refracción.
La luz también es un tema en cuanto a la física cuántica, que trata de entender cómo comporta la luz a escalas infinitesimales. Esto significa que la luz aparece simultáneamente como una onda y como una partícula, y este hecho provoca resultados que no se pueden predecir con exactitud. Como ya se mencionó, la luz contribuye a nuestra dirección, ya que nos ayuda a distinguir la dirección en que nos movemos. Durante la fotosíntesis, la luz solar reacciona con el oxígeno y los nutrientes disueltos en el agua, lo que permite que las plantas crezcan y se reproduzcan. Un poco más cerca de casa, la luz también juega un papel importante en la vida diaria. Desde ir de compras en una tienda hasta leer este artículo, la luz siempre está presente. Cuando encendemos un interruptor, por ejemplo, causa corriente eléctrica que alimentan moléculas de fosforo que se iluminan para ayudarnos a ver. La luz, fundada en la experimentación y la teoría, ha avanzado y mejorado nuestra comprensión de este fenómeno natural. Ahora sabemos que la luz no es una partícula simple, sino un fenómeno interactivo hecho de partículas minúsculas. Esta luz es una fuente de energía que nos permite ver el mundo, así como influenciar el comportamiento de los seres vivos.