El fósforo blanco es una forma de fósforo que es altamente reactiva y peligrosa.
El elemento químico fósforo tiene varias formas alotrópicas, y el fósforo blanco es una de ellas. Se conoce tanto por su color blanco como por su capacidad para arder espontáneamente en el aire. En términos químicos, el fósforo blanco es la forma más simple del fósforo elemental y tiene una estructura cristalina.
El término `fósforo blanco` proviene de la apariencia brillante, blanca y cerosa del material.
Es blando y ceroso al tacto y, a temperatura ambiente, se asemeja a un sólido translúcido que brilla en la oscuridad. Cuando se expone al aire, el fósforo blanco se oxida rápidamente y a menudo emite un resplandor verde-blanco. Fue descubierto en 1669 por el alquimista alemán Hennig Brand, quien produjo lo que se considera la primera muestra conocida al calentar orina hasta que se redujo a un residuo viscosos y espumoso.
Aunque este método de producción es ahora obsoleto, marcó el inicio de la ciencia de la química experimental moderna.
El fósforo blanco es inestable y altamente tóxico.
Cuando se expone al aire, se inflama espontáneamente a una temperatura de aproximadamente 30 grados Celsius, liberando un denso humo blanco de ácido fosfórico. Además de su uso en armas, el fósforo blanco también ha sido utilizado en la fabricación de fósforos y fuegos de artificio. Actúa como un acelerador de la combustión, lo que significa que puede hacer que otros materiales se incendien más fácilmente. En el pasado, el fósforo blanco era un componente común de los cerillos, pero ha sido reemplazado en gran medida debido a su toxicidad y a su tendencia a encenderse espontáneamente.
A pesar de sus peligros, el fósforo blanco tiene una serie de aplicaciones prácticas en la industria y los laboratorios. Aunque es altamente reactivo, puede ser estabilizado para su uso en una variedad de productos, incluyendo fertilizantes, detergentes y productos farmacéuticos. También se utiliza en tracería, que es una técnica utilizada en la fabricación de municiones para ayudar a los tiradores a seguir la trayectoria de las balas. El fósforo blanco también se utiliza en la fabricación de vidrio y productos de acero, así como en la producción de semiconductores y productos químicos orgánicos. Sin embargo, su uso más conocido es probablemente como componente clave en la producción de napalm, el espantoso agente incendiario utilizado con infamia durante la Guerra de Vietnam. Aunque es muy peligroso y tóxico, ha encontrado una variedad de usos en la industria y en la guerra a lo largo de la historia. Sin embargo, su manejo debe ser dejado a los profesionales y se deben tomar grandes precauciones para garantizar la seguridad en su uso.