La hipercolesterolemia es un trastorno del metabolismo en el que los niveles de colesterol presentes en la sangre son durante mucho tiempo más altos de lo normal. El colesterol es una sustancia grasa natural producida por el hígado y consumida a través de la dieta, y se puede encontrar en muchos alimentos, como carnes, lácteos, huevos y productos hechos con grasa vegetal.
El organismo de una persona necesita cierta cantidad de colesterol para funcionar bien, pero también es importante mantener estos niveles dentro de un rango saludable. Cuando los niveles de colesterol en la sangre se elevan a niveles anormalmente altos, se conoce como hipercolesterolemia. Existe una subclasificación según si los niveles altos de colesterol son familiares o debido a factores de estilo de vida. La hipercolesterolemia familiar se considera una enfermedad genética hereditaria que se transmite de padres a hijos. En cambio, la hipercolesterolemia adquirida se debe a un estilo de vida con dieta rica en grasas y colesterol y poca o ninguna actividad física. Los principales factores de riesgo de hipercolesterolemia incluyen tener una dieta alta en grasas o colesterol, consumir bebidas alcohólicas con frecuencia, llevar un estilo de vida sedentario, tener sobrepeso o ser obeso, tener diabetes o presión arterial alta y fumar.
La hipercolesterolemia Familiar es una afección hereditaria que afecta alrededor del uno por ciento de la población.
Los principales síntomas de la hipercolesterolemia se relacionan con los niveles insalubres de colesterol en la sangre.
Si no se trata con rapidez, la hipercolesterolemia aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares debido al bloqueo de las arterias. La hipercolesterolemia se puede controlar cambiando la dieta, haciendo ejercicio con regularidad y, en algunos casos, tomando medicamentos para reducir la cantidad de colesterol en la sangre. La dieta saludable para controlar la hipercolesterolemia incluye alimentos bajos en grasas, como frutas y verduras, granos enteros y grasas saludables como el aceite de oliva. Se recomienda evitar las grasas trans, los productos lácteos, las carnes, los productos de refinación y las comidas preparadas.
La actividad física regular puede ayudar a aumentar el metabolismo, mantener la pérdida de peso y el nivel de colesterol. Se recomienda hacer al menos 30 minutos de actividad de bajo a moderado impacto tres o cuatro veces por semana para mejorar la resistencia, la fuerza y la condición física. Si la dieta y el ejercicio no son suficientes para controlar los niveles de colesterol en la sangre, el médico puede recetar medicamentos para reducir el colesterol en la sangre. Los principales fármacos recetados son los estatinas, los fibratos y los suplementos derivados de la planta estanol. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre y Está demostrado que reducen el riesgo de enfermedades cardíacas. La hipercolesterolemia no es una enfermedad curable, pero puede controlarse con una dieta saludable, actividad física regular y, en algunos casos, medicamentos recetados. La clave para mantener los niveles saludables de colesterol en la sangre es llevar un estilo de vida saludable en el que la dieta sea baja en grasas y colesterol, y se practique una actividad física regular.
Si sigue estos consejos, puede evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y otros síntomas de la hipercolesterolemia.
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