Kurdo es un grupo étnico compuesto por más de 25 millones de personas nacidas en el área conocida como la región kurda, ubicada en Oriente Medio, la cual comprende los territorios de Turquía, Irán, Iraq, Siria y Armenia.

Esta población se caracteriza por su profunda devoción a la cultura, la historia y la lengua kurdas. Aunque las raíces de la cultura kurda se remontan a la Edad Media, los kurdos comenzaron a aislar sus identidades como exiliados nacionales hace apenas un siglo, cuando los conflictos internacionales dividieron tradicionalmente a la región autónoma kurda y la dividieron entre los estados circundantes.

Si bien los kurdos tienen algunas aspiraciones de autonomía, estas son rechazadas por la mayoría de las potencias internacionales. La etnia kurda es también conocida por su diversidad, ya que incluye a kurdos suníes e xiíes (esta última una corriente dentro del islam), así como a numerosas otras sectas menores.

La lengua kurda es un idioma en sí mismo pero basado en el idioma persa, que es el idioma lingüístico predominante entre los miembros kurdos. Además, los kurdos también hablan farsi (persa) y turco según el país en el que vivan. Sin embargo, el papel más importante y perspicaz de los kurdos en el espacio actual probablemente sea el de los mercenarios que han jugado un papel destacado durante la disputa internacional en Siria.

Los kurdos se han distinguido entre las demás fuerzas sirias durante la Guerra en Siria al lado de las fuerzas alauitas y la coalición oficial de Rusia. Esto ha resultado en un apoyo internacional para el Kurdistan sirio o Rojava, los cuales son un grupo de fuerza kurda con el objetivo de crear un estado libre y auto-gobernado.

La situación de los kurdos no es simplemente delicada, sino que ha sido una fuente de discordia y violencia grave durante décadas, que ha resultado en un número desconocido, pero considerable, de víctimas, y que aún sigue provocando crisis de seguridad en Oriente Medio.

Además de la Guerra Civil en Siria, los conflictos entre los kurdos y los estados en los que viven han provocado crisis humanitarias generalizadas. Tanto Turquía como Irán y Irak han suprimido historias y masacres por parte de sus gobiernos locales contra las poblaciones kurdas locales. Esto ha resultado en numerosas muertes, desplazamientos de miles de personas, y violaciones de los derechos humanos a escala general. También es conocido el caso del terrorismo islámico como el Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIS) que se han establecido en el territorio kurdo para abusar de los recursos naturales y para atormentar a las tribus kurdas locales.

Esta violencia extremista se ha convertido en una verdadera amenaza para la estabilidad de una región ya plagada de problemas políticos y religiosos. En los últimos años, se han dado varios movimientos en dirección a la paz entre los estados kurdos y sus vecinos. Sin embargo, esto no ha abordado de forma completa la situación de los derechos de los kurdos. Muchas veces las decisiones de los estados van en contra de las aspiraciones de autodeterminación de los territorios kurdos, lo que lleva a los kurdos a una profunda desesperación. En los últimos tiempos, han surgido algunos movimientos para asegurar la participación y el reconocimiento de los kurdos. Estos incluyen los movimientos de derechos humanos de las mujeres kurdas, una campaña por el diálogo entre los gobiernos de la región y diversas coaliciones internacionales que se esfuerzan por proveer la autonomía política y la estabilidad en la región.

Los kurdos también han encontrado una significante respuesta en la cultura en el mundo de hoy. Los artistas y celebreties de la diáspora kurda han contribuído a reforzar las instituciones y las demandas de la gente kurda. La música y la literatura kurdas también han jugado un papel clave a la hora de construir los cimientos de una nueva identidad internacional kurda. A pesar de la situación de vulnerabilidad de los kurdos, esta etnia persiste y redefine su identidad para abordar el futuro con optimismo. Se espera que, en el futuro, se logren una mayor autodeterminación para los kurdos, un respeto a los derechos humanos y una mayor estabilidad regional.

Estas medidas ayudarían finalmente a conseguir la paz para la región kurda.

.