Las purinas son un grupo de compuestos nitrogenados que se encuentran en algunas proteínas y ácidos nucleicos. Se pueden encontrar en alimentos de origen animal y vegetal, como carnes, mariscos, aves, lácteos, frijoles, germen de trigo, cebada y avena. Las purinas también se producen de forma natural en el cuerpo, donde se utilizan para regular los procesos corporales. Las purinas representan una gran fuente de energía para el cuerpo humano y muchos alimentos ricos en este compuesto, como la carne y los mariscos, son considerados buenas fuentes de proteínas.
La mayoría de las purinas se metabolizan en el hígado y se excretan en la orina como ácido úrico, un compuesto nitrogenado biológicamente activo. Esto significa que los alimentos ricos en purinas pueden causar niveles elevados de ácido úrico en algunas personas, lo que puede conducir a problemas metabólicos, como la gota, una enfermedad crónica dolorosa que causa inflamación e hinchazón en los dedos de las manos o de los pies.
Por eso, muchas personas buscan evitar los alimentos ricos en purinas para prevenir la gota.
Estos toman la forma de alimentos como el marisco, los garbanzos, los guisantes y otros vegetales secos, los huevos y la carne, como la carne roja y las aves. Algunas frutas también contienen purinas, como las ciruelas, el albaricoque, la uva, el ruibarbo, las moras y los duraznos. La mayoría de estas frutas no contienen niveles significativos de purinas, por lo que se ha demostrado que no desencadenan un aumento en los niveles de ácido úrico. Sin embargo, algunos alimentos ricos en purinas que no se incluyen en la lista de alimentos de alto contenido de ácido úrico se consideran bajos en contenido de purinas. Esto incluye muchos vegetales verdes y blancos, como la lechuga, el col, el repollo, la espinaca, la coliflor, el brócoli, el nabos y el tomate. Estos alimentos promueven la salud ya que proporcionan fibra, vitaminas y minerales esenciales que ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
También hay muchos alimentos que contienen cantidades bajas o insignificantes de purinas.
Esta lista incluye frutas frescas y enlatadas, como la patilla, el melón, los arándanos, los pasas y la fruta desecada. Cereales como la cebada y el avena también contienen niveles bajos de purinas, por lo que se consideran opciones seguras para las personas vulnerables a los efectos nocivos del ácido úrico.
Los lácteos bajos en grasas, como el yogur y la leche, también son considerados alimentos de bajo contenido de purinas. En general, es mejor mantener un consumo moderado de alimentos ricos en purinas, y evitar los alimentos ricos en ácido úrico. De esta manera, la salud permanecerá sana, los niveles de energía se mantendrán estables y los riesgos de desarrollar enfermedades relacionadas con los niveles de ácido úrico serán mantenidos bajos.