Tomografía (también conocida como tomografía computarizada o TC) es un tipo de técnica de diagnóstico médico que se utiliza para crear imágenes detalladas del cuerpo mediante el uso de rayos X.
La tomografía computarizada genera imágenes que son esencialmente instantáneas de secciones del cuerpo humano; esto permite a los radiólogos estudiar el interior de órganos individuales y ver los problemas con mucha mayor claridad que con otros tipos de imágenes, como radiografías convencionales.
En un examen de tomografía computarizada, los pacientes se colocan sobre una tabla móvil dentro de una máquina de rayos X conocida como gantry. La tabla se desliza a través de la abertura de la máquina, mientras que los rayos X se encuentran en distintos ángulos alrededor del cuerpo. A medida que los rayos X atraviesan el cuerpo del paciente, los detectores digitales debajo de la máquina recogen los datos entrantes y se transmite a una computadora que los analiza.
La computadora entonces crea una imagen de muchísimos cortes finos del cuerpo que los radiólogos pueden ver en copias impresas o en un monitor. Con una tomografía computarizada es posible examinar casi todas las partes del cuerpo, incluyendo órganos internos como el corazón, el hígado, los pulmones, el sistema urinario, el páncreas y los órganos sexuales, así como órganos externos como los huesos y los músculos.
Los radiólogos suelen utilizar un contraste, una solución líquida solublemente oral o por inyección que contiene hierro y una pequeña cantidad de yodo para tener imágenes con mayor claridad. Normalmente este contrasta se administra por una vena, pero puede ser una bebida para algunas pruebas de abdomen. En algunas instancias, se agrega una combinación de oxígeno y CO2 para mejorar la calidad de la imagen tomografía computarizada. Esta técnica se conoce como tomografía computarizada de baja dosis de radiación de energía dual (DECT) y se utiliza para mejorar el contraste entre diferentes estructuras del cuerpo. La tomografía computarizada se utiliza a menudo en el diagnóstico de cáncer, para encontrar masas tumorales o metastasis, como así también en el diagnóstico de lesiones, sangrado interno, fracturas óseas, enfermedades del corazón, infecciones y otras afecciones.
La tomografía computarizada también puede ser esencial para técnicas intervencionistas y para monitorear el progreso de un tratamiento médico. Básicamente, una tomografía computarizada es una alternativa mucho más eficaz a la radiografía convencional para la detección de lesiones internas. El equipo de tomografía computarizada ofrece algunos beneficios adicionales además de tomar imágenes más precisas de órganos internos. Por uno, los rayos X que se usan en la tomografía computarizada son mucho más potentes. Esto significa que los radiólogos pueden tomar imágenes muy finas con mucho menos dosis de exposición a la radiación. Por otro lado, la imagen cuenta con mucho mejor contraste y nitidez, lo que permite a los médicos detectar lesiones más pequeñas, además del tamaño, la forma, el patrón y la densidad de los tejidos del cuerpo para determinar el diagnóstico correcto y el mejor tratamiento para una afección.
La tomografía computarizada se utiliza para abordar una variedad de afecciones médicas, y su precisión y muchas otras características útiles hacen que sea uno de los principales procedimientos de diagnóstico de imagen utilizados hoy en día.
A la luz de esto, es importante comprender la técnica de tomografía computarizada para poder realizar los exámenes con eficacia y experiencias positivas, y para asegurar que siempre se toman medidas de seguridad para minimizar la exposición a la radiación.
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