Un activo es un bien o elemento de valor, tangible o intangible, que le pertenece a una persona o empresa y que tiene la capacidad de generar beneficios futuros. Los activos pueden ser movimientos financieros, materiales, intangibles o cualquier cosa que sea importante para la empresa.
Se puede clasificar en diferentes categorías como activos financieros, activos físicos, activos intangibles, etc.
Los activos financieros incluyen aquellos que son medibles en términos económicos, como inversiones en acciones, bonos, depósitos a plazo, cuentas bancarias, valores mobiliarios, derivados financieros, entre otros. Estos activos se clasifican como Activos Corrientes (efectivo y activos equivalentes al efectivo) o Activos No Corrientes (a largo plazo).
Los activos físicos incluyen aquellos bienes tangibles como equipos, edificios, mobiliario, maquinaria, etc.
Los activos intangibles son aquellos que no se pueden medir directamente en términos económicos.
Los Activos Intangibles tienen mucha importancia para la generación de ingresos y beneficios para la empresa a largo plazo, ya que la mayoría de ellos son difíciles de imitar por los competidores.
Esto quiere decir que se puede definir si el activo vale menos que su costo original y es un activo no maduro, o si vale más, y es un activo maduro.
Puede generar flujos de caja futuros a través de los ingresos que generen, puede ofrecer un medio de financiación de la deuda de la empresa, puede servir para reasignar capital para mejorar la eficiencia de la empresa e incluso, puede proporcionar seguridad a largo plazo para los accionistas.
En definitiva, un activo es una cosa importante que le pertenece a una persona o empresa y sirve para generar beneficios futuros. Pueden clasificarse en múltiples categorías y, dependiendo de su madurez, se pueden considerar como activos de crecimiento o de valor.