Un cantón es una subdivisión administrativa, administrada por el gobierno nacional como parte de un país o región. Los cantones se utilizan para reflejar la heterogeneidad regional en algunos países, tan diversos como la Argentina, China, Costa Rica, Francia, Suiza y muchos otros. Los cantones tienen una varía de fines, desde administrar servicios locales, brindar apoyo a las personas de bajos ingresos y a las áreas rurales, hasta diseñar políticas para la atención de grupos étnicos específicos.

Los cantones son reconocidos como asentamientos separados y autonomías administrativas con sus propios parlamentos locales, régimen de impuestos, derechos de propiedad y responsabilidades. Históricamente, los cantones fueron establecidos por primera vez en las antiguas democracias griegas, conocidas como la República de Atenas. Esta estaba compuesta por pequeñas áreas geográficas conocidas como cantones, gobernadas por un grupo de ciudadanos llamados estradioti. Sin embargo, los cantones como se entienden hoy en día tienen sus raíces en la Europa moderna, especialmente en el siglo XIX, cuando muchos Estados occidentales comenzaron a implementar políticas regionales para proporcionar servicios comunes a sus ciudadanos.

En los Estados federales modernos, como los de la Unión Europea, los cantones se crean y dirigen en forma separada y autónoma, aunque como partes de una federación nacional. Su estructura es en general muy similar a la estructura federal, con un ejecutivo, un congreso y un tribunal local. A veces, los cantones no tienen su propio estado de derecho, sino que utilizan leyes nacionales o regionales para dictar políticas y procesos. Por el contrario, en los Estados regionales, los cantones generalmente tienen un cuerpo legislativo regional único que gobierna los asuntos de la región. En muchos Estados, los cantones están directamente vinculados a un condado o departamento, y a menudo se consideran parte de la división territorial de una provincia. En contextos en los que los cantones son gobiernos locales, el control de cada cantón depende de su tamaño, población y ubicación geográfica, así como de los acuerdos nacionales o locales.

En los cantones, los consejos son elegidos simultaneamente por los ciudadanos de la localidad para dirigir los asuntos locales. Los cantones tienen el poder de dictar leyes para regular la propiedad, la recaudación de impuestos, la protección de derechos humanos y otros aspectos importantes de la vida de los habitantes de la región.

En algunos países, los cantones reciben recursos del gobierno central para brindar servicios esenciales como asistencia sanitaria, educación y recursos para el desarrollo económico.

Además, también se les permite recaudar estos impuestos para financiar sus actividades locales.

Si un cantón recibe una cantidad de dinero específica para financiar un programa particular, por ejemplo un programa de atención sanitaria, tendrá que cumplir los estándares de calidad y transparencia establecidos.

En su mayoría, los cantones son una importante parte de la estructura territorial de un Estado y desempeñan un papel vital en la entrega de servicios esenciales a la población local.

Estos pequeños gobiernos también permiten a los países preservar una estructura regional y culturalmente diversa, respetando al mismo tiempo la unidad nacional. Los cantones tienen una amplia gama de responsabilidades y deben desempeñar un papel contribuyendo a los objetivos nacionales. Por otro lado, los habitantes de los cantones tienen la oportunidad de darle la bienvenida a nuevas perspectivas, mejorando así la calidad de vida de sus habitantes al permitir que participen y aporten al desarrollo de sus comunidades.

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