La brisca es un juego de dos personas para dos, tres o cinco jugadores, el cual se juega con una baraja española de 40 cartas. Es un juego con una gran popularidad en España, y también se juega en regiones de Francia, y en algunas partes de Latinoamérica. Al jugar se sigue una jerarquía con un orden jerárquico entre las cartas, así como algunas reglas y estrategias que lo hacen muy interesante de jugar. En la brisca, cada jugador comienza con tres cartas en la mano, y una a la vez, deben colocarse sobre la mesa. De esta forma, el objetivo del juego es reunir los puntos que se obtiene cuando se coloca la carta. La carta cuyo valor sea más alto se le adjudica a quien la colocó, ganando de esta forma los puntos, dependiendo de la carta que se haya colocado. Antes de comenzar a jugar, hay un momento previo en el cual se reparten de tres en tres cartas, a cada uno de los jugadores. El que empieza la partida es el que recibe la reina, seguido de la segunda carta más alta, asignándose en este momento quien será el jugador de descarte. El descarte posee una particular importancia dentro del juego, ya que su propósito fundamental consiste en colocar a la mano del jugador la carta que requiera para poder conseguir la baza.
Por ello, el jugador de descarte debe ser precavido de no dejarse llevar por impulsos a la hora de quedarse con la carta que intenta deshacerse de la baza. Una vez comenzada la partida, cada uno de los jugadores coloca una carta sobre la mesa en cada una de las llamadas `bazas`.
La carta que se coloque conseguirá los puntos después de comprobar su valor.
En caso de que haya dos o más cartas con el mismo valor, el jugador que tenga la carta de un palo de mayor jerarquía se llevará la baza. Así, con unas posiciones bien definidas y con la atención puesta en las cartas que posee y las que forman parte de la mesa, el objetivo del juego es alcanzar el mayor número de puntos.
Se señala el turno del jugador siguiente con una moneda, un palillo o un botón.
Tras el juego de las cuatro bazas, se procede a la contabilización de los puntos que cada uno de los jugadores ha reunido. La suma de los puntos de los primeros tres rondas se queda como saldo, hasta que se llegue a la cuarta y última baza. A continuación, se procede a la realización de la jugada final que consiste en una tripleta formada por el tres de copas, el seis de espadas y el as de oros, siendo consideradas la baza más valiosa del juego.
De conseguirse esta tripleta, se llevará la partida, siendo el premio de esta contada sobre las ganancias de los otros tres jugadores. Para completar el juego de la brisca hay que tener presente varios conceptos y reglas con la intención de obtener los mejores resultados. El primero de ellos es que, una vez comenzada la partida, es bueno que los jugadores se concentren no solo en recoger la carta más alta, sino en hacer un seguimiento de los palos que están presentes y defenderse de aquellos que posee el contrincante.
En paralelo a ello, debe tenerse presente la disciplina de no recoger la temida tripleta, decantarse en la posibilidad de conseguir obtener la cantidad total de los ciento veinte puntos para ganar la partida; así como el intentar convencer a los contendientes para que coloquen la carta más baja posible.
La brisca es un juego de estrategia que requiere de la concentración y del esfuerzo por parte de todos los jugadores y que, sin duda, ofrece a sus participantes horas de entretenimiento.
Una combinación de fortuna y estrategia con la utilización de una baraja española de 40 cartas, la cual nos ofrece la oportunidad de descubrir nuestra capacidad de habilidad para que la suerte nos sonría y así ganar la partida.
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