La blefaritis es un problema común de los ojos inducido por el estrés, la alergia y la afección se encuentra reduciendo en su tamaño a los parpados. Se caracteriza por la inflamación, la irritación y la sequedad en o alrededor de los parpados. Esta condición ha sido motivo de debate desde hace tiempo y se considera un problema crónico que si no se trata adecuadamente puede resultar en graves enfermedades de los ojos como cataratas, glaucoma y pérdida de visión.
Los síntomas más comunes de la blefaritis son la sequedad, el picor, la irritación y el enrojecimiento en o alrededor de los parpados. Esto puede desaparecer en algunos casos, pero en la mayoría de los casos puede volverse más severo y prolongarse durante más tiempo si no se trata. Esto es particularmente cierto si la causa de la blefaritis no es identificada y tratada adecuadamente. El picor y el enrojecimiento típicamente se hacen más fuerte después de estar afuera, a los alimentos y al polvo durante períodos de tiempo prolongados. En la mayoría de los casos, los síntomas de la blefaritis no son graves, pero si se vuelven graves, entonces un profesional médico debe examinar y tratar la afección. Las personas que sufren de blefaritis a menudo reciben consejos acerca de cómo manejar los síntomas con cuidado en el hogar, como aplicar lociones, gente agua tibia, toallas frías y compresas ocular para aliviar el enrojecimiento, la irritación y el picor.
En los casos más graves o en los pacientes que no han sido capaces de controlar sus síntomas con los tratamientos del hogar, el médico puede recetar una loción específica para los parpados para aliviar la inflamación y el enrojecimiento.
También pueden recomendar lavados nasales y tratamientos orales como antibióticos, antihistamínicos y con corticosteroides.
Además, pueden recomendar tratamientos par asegurarse de que los síntomas no vuelvan a aparecer.
La blefaritis es un problema común y puede ser difícil de tratar.
Las personas que sufren de esta afección deben aprender cómo manejar los síntomas de la mejor forma para prevenir que empeoren. Esto significa evitar el contacto con los irritantes potenciales que desencadenan o empeoran los síntomas, reducir el estrés y, si es necesario, llevar medicamentos recetados. Es importante que las personas consulten a un profesional de la salud si tienen algún síntoma de blefaritis para que sean tratados adecuadamente. Si hay algún síntoma que sugiere una afección grave, como signos de infección, el médico puede realizar pruebas y establecer un tratamiento. Si bien no hay cura para la blefaritis, con el tratamiento adecuado, los síntomas pueden ser reducidos y controlados para que los pacientes puedan seguir llevando vidas saludables.