Un sociópata es una persona que muestra una tendencia problemática en su comportamiento.
Estas características incluyen desinters social, egotismo, manipulación, frío manipulación, falta de conciencia social, incapacidad para amar, falta de empatía, ira repentina, mentiras patológicas, reacciones antisociales o conductas sin sentido que están fuera del espectro de la normalidad.
El trastorno psicopático o la conducta sociopática rara vez se presenta en forma aislada.
La incidencia más común es una combinación con un trastorno de personalidad borderline, trastorno de la personalidad narcisista o trastorno de la personalidad antisocial (APS). Los síntomas de la sociopatía a menudo comienzan durante la niñez y a veces se extienden a la vida adulta. Por lo general, los niños con tendencias sociopáticas son propensos a la desobediencia, el rendimiento escolar bajo, la hiperactividad, la agresión, la irrita bilidad, el aislamiento social y la falta de inferencia de las consecuencias de sus actos.
Estas tendencias pueden progresar en la vida adulta, resultando en la incapacidad de hacer amigos, alternar problemas, completar la educación, ubicarse profesionalmente, nucleaciones familiares inestables, abuso de sustancias y la violencia.
Las enfermedades mentales, como la depresión, la ansiedad, la adicción y la esquizofrenia, también pueden acompañar socialización disfuncional. Los médicos no utilizan el término sociopatía para describir comportamientos desviados, sino el término trastorno de personalidad antisocial (APS). El DSM-5 es un manual diagnostico que define el trastorno de personalidad antisocial como el fallo para cumplir los estándares sociales establecidos y las leyes. Las características comunes del APS incluyen mentira aguda, comportamientos disparejos, impulsividad, desprecio por la vida ajena, el aprovechamiento de los demás, la falta de remordimiento y la incapacidad para adquirir habilidades sociales, comprender el punto de vista de los demás y hacer amigos.
Estas características pueden causar problemas serios para personas con trastorno de personalidad antisocial, como la falta de trabajo a largo plazo, comportamiento criminal o incluso tiempo en prisión. Debido a que la causación de un trastorno de personalidad antisocial es compleja, la evaluación y el tratamiento son esenciales para prevenir los problemas relacionados con este trastorno. Un profesional calificado debe llevar a cabo una história clínica completa y realizar un examen físico antes de que un trastorno pueda ser diagnosticado. Un equipo de profesionales, como un psiquiatra, un psicólogo y un trabajador social, trabajará juntos para desarrollar un plan de tratamiento individualizado que trate a la persona en concreto. El tratamiento efectivo de un trastorno de personalidad antisocial incluye terapia de salud mental, medicación, técnicas de reducción de estrés, y terapias conductuales y cognitivas. Durante las sesiones de terapia, el terapeuta ayudará al paciente a analizar sus antecedentes emocionales para comprender mejor su comportamiento. La confianza, el respeto mutuo y el diálogo constructivo pueden ayudar al paciente a aprender herramientas para mejorar su comportamiento. El tratamiento también puede incluir una combinación de medicación para ayudar a aliviar los síntomas de depresión, ansiedad, rabia y otros trastornos psicológicos. En conclusión, la sociopatía es un desorden mental que causa temor y preocupación a muchas personas que la experimentan y aún más entre sus familiares y amigos. Las características principales de una personalidad sociopática incluyen la ausencia de consideración hacia los sentimientos de otros, la manipulación, el egotismo exacerbado, el egoísmo extremo y la falta de respeto por la ley.
Los tratamientos más efectivos comprenden la terapia mental, el tratamiento farmacológico y las terapias conductuales y cognitivas. Estos tratamientos proporcionan herramientas para ayudar a las personas con un trastorno de personalidad antisocial a vivir una vida relacionada y plena.