La sífilis es una enfermedad bacteriana genéticamente transmitida causada por la bacteria Treponema pallidum.
Es uno de los pocos problemas de salud sexualmente transmitidos (ETS) que se puede prevenir completamente con el uso de prácticas sexuales seguras. Las personas pueden conocer los síntomas y las formas de prevenirla para evitar la propagación de la enfermedad.
La sífilis puede ser extremadamente peligrosa si no se trata a tiempo.
Esta enfermedad infecciosa se puede extender por contacto sexual estrecho.
Esto significa que dos personas pueden ser expuestas a la bacteria si comparten flujo vaginal, semen o sangre durante la relación sexual. Los principales síntomas de la sífilis incluyen una llaga ulcerosa dolorosa llamada chancro en el lugar donde la persona fue expuesta a la bacteria. Si no se trata en esta etapa temprana de la enfermedad, los síntomas pueden volverse mucho más graves. La sífilis también aumenta el riesgo de transmitir o contraer otras infecciones sexualmente transmitidas, como el VIH. La sífilis también puede tener un efecto a largo plazo en el cuerpo si no se trata. Los síntomas tardíos pueden incluir problemas de visión, problemas de habla, dificultades para caminar, pérdida de memoria e incluso parálisis facial. En muchos casos, los pacientes reciben una inyección de penicilina G, un tipo de antibiótico especialmente formulado para tratar esta enfermedad. Estos efectos secundarios suelen desaparecer una vez que su médico le haya dado el tratamiento correcto. Si el paciente no está familiarizado con la penicilina, es importante que hable con su médico antes de buscar tratamiento. Es importante que todos, especialmente los que tienen una vida sexual activa, sean conscientes de los signos y síntomas de la sífilis, y que si presentan alguno de ellos, acudan a un centro de salud para obtener un diagnóstico.
El diagnóstico rápido y el tratamiento adecuado ayudan a prevenir daños permanentes y la propagación de la enfermedad. Si una persona reconoce los síntomas y está dispuesta a comentar lo que está pasando con su médico, estará en mejores condiciones para iniciar el tratamiento. El uso del preservativo con un compañero sexual que actualmente no tiene la enfermedad reduce significativamente el riesgo de transmisión. Si uno de los compañeros sexuales tiene sífilis, ambos necesitarán recibir tratamiento para prevenir la propagación, por lo que es importante que reciban atención médica sin tardanza. .